Explicación

Si un movimiento de tipo Fuego, incluso alguno de los que no causan daño directo (como Fuego Fatuo), es dirigido a un pokémon con esta habilidad con éxito (es decir, ha acertado, el rival no ha usado Protección ni Detección y no es inmune al movimiento), no solo no le causa daño ni tendrá su efecto secundario, sino que además, desde ese momento, todo movimiento de tipo Fuego ejecutado por el objetivo verá multiplicado su daño por 1,5 hasta que el objetivo sea intercambiado.

Si el objetivo es inmune al movimiento, es decir, si el movimiento es Fuego Fatuo y el objetivo no puede ser quemado (por ser de tipo Fuego, por tener algún cambio de estado o por estar tras un Sustituto), la habilidad no tendrá efecto alguno. Si el objetivo ya ha aumentado el daño de sus movimientos de tipo Fuego, el objetivo será inmune a los movimientos de tipo Fuego, sin aumentar más la potencia de los movimientos de tipo Fuego. Este efecto ocurre incluso si el pokémon con la habilidad está tras un Sustituto, salvo si el movimiento es Fuego Fatuo, en cuyo caso el sustituto lo frena antes de que se active la habilidad.

La habilidad se anula completamente (exceptuando el aumento de la potencia de los movimientos de tipo Fuego si se ha activado, que se mantiene) si el pokémon con la habilidad está congelado, pudiendo mientras tanto ser golpeado por movimientos de tipo Fuego. Si un pokémon ha activado la habilidad y la pierde, mantiene el aumento de potencia en los movimientos de tipo Fuego.

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